martes, 31 de julio de 2012

Tomando medidas



Aquí estoy yo!

La foto tiene algún tiempo, pero me ha recordado que quería animar a los nuevos ingenieros que obtengan su título este verano. Nunca pensé que fuera a tomar las medidas de un local yo mismo para hacer después un esquema en AutoCAD, pero ahí estoy, con un medidor de distancias láser (Marca Leica, por cierto) y un cuadernillo apuntándolo todo.

Tomar medidas de un local no es nada complicado. Como en tantas otras cosas, basta con ser ordenado y cuidadoso con las mediciones y las anotaciones.

A mi me ayudó recordar las clases de topografía de la ETSICCP para ser consciente de los errores que se comenten, como el correspondiente a la inclinación del haz láser al medir una distancia horizontalmente, por ejemplo.

Personalmente, me gusta tomar medidas redundantes para poder ajustar los posibles errores cometidos. Además, suelo anotar los principales condicionantes, o los puntos críticos, por ejemplo: el ancho de un paso estrecho o los ángulos que forman las paredes. Sabiendo que se deben respetar éstos, es mas fácil ajustar el resto de las medidas. En la ETSICCP nos enseñaron la técnica de los mínimos cuadrados, pero en rara ocasión llega a hacer falta (y la falta de tiempo en el trabajo diario tampoco ayuda...).

La razón de tomar medidas uno mismo puede ser ahorrar tiempo y dinero, o contrastar las medidas que nos pase otra fuente. En cualquier caso, conviene ser consciente de los medios que se disponen y el objetivo del trabajo: para hacer un esquema de un local en bruto, me basto yo sólo con el láser. Si necesitara un nivel de precisión milimétrico, o la extensión fuera mucho mayor, encargaría el trabajo a un especialista sin dudarlo.


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